Si a ser fiesta le
sumamos que el día llega en un mes normalmente caluroso, se acaba creando un
cóctel que invita al máximo disfrute y a la desconexión.
Cogemos las motos y
nos vamos de ruta. La carretera esta mojada en muchos de sus trazados, pero con
tranquilidad.
Llegamos hasta Castro para tomar el hamaiketako viendo el mar.
No hay ningún problema en que cojáis las fotos
que os gusten, siempre que las utilicéis para fines no comerciales. Solo
pedimos que no las manipuléis.