Una cara amiga.
El
domingo por múltiples circunstancias: Fiestas de Bilbao, vacaciones, rutas por
Europa… Uno apareció por la sede. Así que arranca y a disfrutar de la moto
con parada en Orduña donde mientras se disponía
a tomar el café en una terraza ve pasar dos motos, y el copiloto de la última
gira la cabeza, le ha reconocido y le saluda. El subidon de alegría es enorme y
se fuma su cigarro a gusto. Eran estos dos.