RUGIR DE MOTORES EN LAS CARRETERAS.

 

La mañana del domingo se despertó envuelta en una atmósfera fría pero soleada, como si la naturaleza estuviera jugando con los extremos del clima. Rugen los motores si nos vamos guiados por Aitor: Usansolo, Erletxe, Larrabetzu, Morga, Alto de Gerekiz, Olabarri.

El recorrido se marca con las huellas de neumáticos y la música de motores rugientes. Es una buena carretera, lisa y sinuosa, que serpentea a través del paisaje con una elegancia natural. Alto de Rigoitia, Alto de Bizkaigane, Metxikas, Forua, Gernika.

Hacemos la parada en Arratzu Es el ritual sagrado de cada domingo, tomar una taza de café humeante. Con nuestras energías renovadas continuamos: Mendata, Urrutxua, Zugastieta, Alto de Autzagane.

Con los neumáticos aún calientes y los motores expectantes, es el momento de dar gas y dejar atrás la monotonía, mientras aceleramos hacia: Amorebieta, donde tomamos la penúltima y regresamos a casa.