25 septiembre, 2014

MaKinas: “el noveno apellido vasco”

Igual que ocurría en la película este domingo éramos los makinas los que nos veíamos desbordados ante la cantidad de moteros que se apuntaron a la  ruta  de los 8 apellidos vascos.

El tiempo era  espectacular y a las 9 de la mañana salíamos los 44 moteros rumbo a Zumaia, nuestra primera parada.  
Antes de llegar se hizo un avituallamiento en el asador "Bedua" donde se rodó la cena entre entre Karra Elejalde y Dani Rovira, unas mesas preparadas con cubiertos nos esperaban para degustar su tortilla.

Ya con la tripa llena recorremos los 5 km hasta Zumaia, allí descubrimos la ermita de San Telmo, un paraje precioso sobre la playa de Itzurun con unas vistas que quitaban el hipo. 
Antes de despedirnos de Zumaia había que hacer otra parada en la fuente de "Maritxu" donde pasamos un buen rato cantando el Euskadi tiene un color especial, ante los ojos incrédulos de los nativos.
 

La siguiente parada era Getaria, y mas concretamente su puerto, donde tuvimos la suerte de ver amarrado el barco de Karra Elejalde en la película.
Nuestro hermano Artetxe nos ilustró con sus conocimientos y nos amenizo con una bonita charla sobre las artes de pesca actuales demostrando sus grandes conocimientos en la materia y sus dotes de comunicador.
 

Una parada para comer en el bonito pueblo de Asteasu, y seguimos dirección Navarra, hasta llegar a Leitza un pueblo en el que además de visitar varias localizaciones del rodaje, también aprovechamos para conocer como nuestros antepasados hacían la harina y el talo en un mercado que alli se encontraba. También en esta localidad estuvimos en la herriko taberna donde Dani Rovira da sus primeros pasos en Euskera.

Pero esta bonita ruta no podía terminar sin antes pasar por Mondragón donde se encuentra nuestra Sevilla particular  y es que no hay que recorrer 1000 km para conocer el tablao flamenco, donde los protagonistas se conocen, ya que este se ubica en el centro cultural AL-ANDALUS.

Ya con la noche cerniéndose sobre nuestras cabezas volvemos a Bilbao, después de haber pasado un bonita día, cansados, pero como decía Imanol con la sensación de que había valido la pena.
Texto: Asier
 
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