A los viajeros que recorren Estados Unidos por carretera les gustan
los trayectos largos, muy largos, y si puede ser, de costa a costa. Una
de estas carreteras míticas que enlaza los dos océanos (Atlántico y
Pacífico) es la Highway 2, un camino que empieza en el estado de
Washington y acaba en Maine, en la costa este, después de recorrer 4.150
kilómetros a través de los estados del norte del país y algunas zonas
de Canadá. No es apta para urbanitas ni para los que se duerman al
volante: la ruta pasa por espacios abiertos, desde el esplendor alpino
del oeste a las praderas de las Grandes Llanuras o el encanto de los
Grandes Lagos.
Al otro lado de la frontera, se puede disfrutar del sabor francés de
Montreal, para después serpentear por montañas y bosques hasta la costa
de Nueva Inglaterra. Por su enorme extensión, es de lo más variopinto.
Por ejemplo, a su paso por Nebraska, la ruta atraviesa una de las zonas
más aisladas del país, garantizando un viaje emblemático e inolvidable
por las Grandes Llanuras americanas.
Después de Seattle y Montreal, las poblaciones más
grandes de este viaje son Spokane (Washington; 200.000 habitantes) y
Duluth (Minnesota; 90.000 habitantes) junto al lago Superior.
Fuente; El Pais