Celebramos el fin de año realizando una ruta corta con paradas para estar con hermanos que hoy no podían rodar.
Después rumbo hacia el bar Bikarregi donde despedimos el año pero con un toque ruidoso.
Nos cominos las uvas a ritmo de 12 explosiones de cohetes. Si comer las 12 uvas es difícil no podéis imaginar con el cuello estirado mirando la altura que alcanzaban los cohetes. Nadie se atraganto y nos despedimos deseando feliz año nuevo.
No hay ningún problema en que cojáis las
fotos que os gusten, siempre que las utilicéis para fines no comerciales. Solo
pedimos que no las manipuléis.