21 mayo, 2013

Victory High-Ball

La nueva High-Ball de Victory Motorcycles combina un estilo «bobber» y un característico manillar «ape hanger» de puños elevados, con una decoración bicolor que concuerda a la perfección con unos neumáticos con banda blanca calzados en llantas de radios de solo 16".

Victory High-Ball
Victory High-Ball

Victory High-Ball

Tomando la base de la Vegas, la minimalista High-Ball utiliza una arquitectura tradicional: gran bicilíndrico refrigerado por aire, seis marchas y transmisión por correa dentada, anclado a un chasis de doble cuna de acero. Éste se suspende por una horquilla convencional con barras de 43 mm y 130 mm de recorrido, y por una pareja de amortiguadores que permiten un recorrido del eje trasero de 75 mm. Además, el conjunto está aderezado con unas pequeñas llantas de sólo 16" calzadas con neumáticos con banda blanca, perfectamente a juego con la decoración, en su mayoría en negro satinado, con los laterales del depósito lacados en blanco. La aleta delantera «recortada» al estilo «bobber» y el sistema de escape con dos silenciadores alargados son también elementos que caracterizan a la High-Ball, cuya posición de conducción está marcada por un manillar de tipo «cuelgamonos» y unos estribos adelantados, además de un asiento monoplaza muy bajo que se eleva sólo 635 mm del suelo.

De este modo, al conducir la High-Ball, mientras nuestros brazos se alzan al cielo, nuestros pies parecen buscar el eje delantero, por lo que la posición de conducción es lo que más te llama la atención. Pero a pesar de montar un manillar así, el conjunto se siente rígido y se puede controlar con más que suficiente solvencia. Además, la posición que adoptas es más cómoda de lo esperado en un principio, aunque está claro que si no eres muy alto, es probable que tengas que esforzarte más de lo debido para conducir esta Victory. De todos modos, el manillar puede ser anclado en dos posiciones, una con los puños arriba como en las fotos de este artículo, y otra con sus brazos reclinados hacia detrás.
Victory High-Ball
Victory High-Ball

El enorme bicilíndrico de la High-ball de 1.731 cc, como no puede ser de otra manera, se caracteriza por una gran «pegada» desde apenas el ralentí. Su régimen máximo supera por poco las 5.500 rpm, por lo que te puedes hacer una idea de su carácter «percherón». No es muy rápido al subir de vueltas y prácticamente podemos contar sus palpitaciones, pero los desarrollos de su caja de cambios son largos y ello se traduce en un gran empuje, especialmente en torno a 3.000 rpm. La instrumentación cuenta con un reloj analógico que hace las funciones de velocímetro, pero en el interior de su esfera incluye un pequeño panel digital en el que podemos informarnos de las revoluciones.

Con unas llantas tan pequeñas, el centro de gravedad de esta moto se sitúa muy abajo. Tampoco la altura libre es excesiva a la hora de inclinar en las curvas, pero la High-Ball se comporta más que dignamente, incluso en una carretera de trazado sinuoso. Apoyándonos en el gran disco trasero (de 300 mm, igual que el delantero), se puede decir que su frenada es contundente, aunque si utilizas sólo la maneta del equipo delantero, es fácil que sientas que su tacto es algo esponjoso. De todos modos, donde más podemos disfrutar esta Victory no es en zonas de muchas curvas o practicando una conducción agresiva. Lo suyo es disfrutarla en largas avenidas urbanas, acelerando en línea recta entre sus semáforos y luciéndola entre las terrazas de sus bulevares, porque esta norteamericana es digna de ser admirada.

Conclusión

La posición de conducción de la High-Ball, con los brazos elevados y los pies adelantados, es muy particular. Luego se conduce con cierta facilidad y es más cómoda de lo esperado.
Fuente: .motociclismo.es