El sábado un buen grupo de moteros nos acercamos al hospital
de Galdakao, afortunadamente, no para ser atendidos o trabajar si no para
disfrutar de un día de moto en buena compañía, trabajadores moteros del
hospital de Cruces y Galdakao y amigos iban llenando la entrada de consultas
del hospital.
Cuando todos hubieron llegado se realizó una breve ceremonia
a cargo de los servicios religiosos del hospital, donde se leyó una bonita oración.
Una vez bendecidos con agua de Lourdes monturas y moteros, salimos en ruta dirección a Burgos
Una vez bendecidos con agua de Lourdes monturas y moteros, salimos en ruta dirección a Burgos
La primera parada la hacemos en Bercedo para retomar
fuerzas. Seguimos por espinosa de los monteros hasta el túnel de la Engaña, un
bonito paraje con historia.
Después de estirar las patas y hacer la foto de grupo visitamos a Inma y Carlos, una pareja de moteros que regenta el bar de la estación en Pedrosa,
un piscolabis, y seguimos hasta el original pueblo de Puentedey, a estas horas ya empezábamos a notar la gusa así que recorrimos los últimos kilómetros hasta Cigüenza, donde en el restaurante Ana nos esperaba un buen atracón a cordero y chuletón.
Después de estirar las patas y hacer la foto de grupo visitamos a Inma y Carlos, una pareja de moteros que regenta el bar de la estación en Pedrosa,
un piscolabis, y seguimos hasta el original pueblo de Puentedey, a estas horas ya empezábamos a notar la gusa así que recorrimos los últimos kilómetros hasta Cigüenza, donde en el restaurante Ana nos esperaba un buen atracón a cordero y chuletón.
Una última parada en el castillo del Rivero puso la guinda
al pastel,
En resumen la 3era edición de los moteros hospitalarios fue
un exitazo tanto en participación como por la organización, solo empañado por
las 4 gotas que cayeron y que debido al elevado número de asistentes se tuvo
que comer en dos salas distintas del restaurante ante la imposibilidad de
hacerlo juntos.
