Dejamos las
motos en la bella iglesia románica
de Gujuli y nos dirigimos hacia
el puente del ferrocarril. Tras atravesar la vía pasamos por un tosco torno que
conduce a un camino que bordea el prominente cortado. En alguno de los parajes
se domina el impresionante circo de la cascada. El final del sendero nos
adentra en un robledal. Allí nos hacemos la foto y contemplamos el arroyo Oiardo, afluente del Altube – Nervión.
Por el puerto de La Barrerilla hasta la localidad del Orduña y para casa. Sin lugar a dudas el paseo merece la pena.
Por el puerto de La Barrerilla hasta la localidad del Orduña y para casa. Sin lugar a dudas el paseo merece la pena.
No hay ningún problema en que cojáis las
fotos que os gusten, siempre que las utilicéis para fines no comerciales. Solo
pedimos que no las manipuléis.