
Iñigo, el líder del grupo hoy, es un apasionado de las motos. Su máquina es una joya de ingeniería con un motor potente y una carrocería elegante.

Los demás lo seguimos de cerca, cada uno con su moto personalizada y con su propio estilo. A medida que nos adentramos en la carretera seca, el sol calienta nuestras espaldas, brindándonos una sensación de euforia y libertad.

Aparcamos las motos frente a un café en Orduña y nos sentamos en una terraza al aire libre. Mientras saboreamos una taza de café. Luego regresamos a casa.