En este miércoles festivo, a pesar de estar lloviendo, el sonido de los motores aumenta nuestra emoción ante una nueva salida. Comenzamos la ruta con la carretera mojada, pero ha dejado de llover.


Se trata de una pasta hecha a base de harina mezclada con leche, huevo y levadura que se fríe en abundante aceite. Una vez fritos, se rellenan de crema o de chocolate, por ejemplo. En España se consumen especialmente durante el Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos. Todo apunta a que el origen de la receta es árabe. Se cree que surgieron en Almogía, un pueblo de Málaga, en el año 1090, cuando el rey sevillano Mohamed ben Abad Al Motamid cercó la fortaleza de la ciudad. Viendo que escaseaban tanto la comida como la leña que usaban para los hornos, un panadero llamado Abdelaziz ben Drisi el Jabazún hizo recuento de vituallas y decidió preparar unas tortitas de masa de agua y harina; luego las subió a lo alto del castillo y las metió en los calderos de aceite hirviendo que se usaban para arrojarlos a los asaltantes. Así surgieron los buñuelos de viento. Los acompañamos con una buena taza de café caliente.
Continuamos la ruta hacia: Pto de Ubal, Lanestosa, Pto de Los Tornos, Bercedo. La carretera está seca, el cielo esta azul y la temperatura es buena. Solo tenemos que dejarnos llevar por las curvas y disfrutar a buen ritmo: Pto. del Cabrio, Villasana de Mena, Medianas, Alto de Ro, Artziniega, Gordexola, Sodupe y a casa.