14 junio, 2024

LA RUTA DEL FARO DE LEKEITIO

 Es un domingo por la mañana, uno de esos días que prometen liberación. El cielo estaba cubierto de nubes grises que amenazaban con descargar su contenido en cualquier momento, pero el asfalto de la carretera mostraba un brillo tentador, invitándonos a disfrutar de una jornada en moto. La ruta estaba clara: Amorebieta, Alto de Autzagane, Zugastieta, Urrutxua.

 La carretera, con buen agarre a pesar de algunas zonas mojadas por la lluvia nocturna, nos permitió dar gas a placer.  Balcón de Bizkaia, Munitibar, Alto de Gontzagarigane, Amorebieta, Alto de Autzagane, Zugastieta.
Recorreríamos las curvas entrelazadas de la carretera, un verdadero paraíso para cualquier motero, hasta llegar al Faro de Lekeitio, un lugar emblemático y con unas vistas impresionantes del mar Cantábrico. La parada era necesaria, no solo para descansar y disfrutar del paisaje, sino también para tomar un café y compartir impresiones sobre el recorrido hasta ese punto.
Con el café consumido y la energía renovada, nos preparamos para el regreso: Ereño, Nabarniz, Belendiz. El agarre del asfalto era bueno, lo que nos permitía inclinarnos con seguridad en cada curva.
La carretera, aunque mojada en algunas partes, se comportaba de manera predecible. Tomamos la penúltima en Gernika.

El cielo, que hasta ahora solo había amenazado con lluvia, comenzaba a oscurecerse aún más. Sabíamos que el regreso sería una carrera contra el tiempo y contra el agua. Emprendimos el camino de vuelta, dando gas en cada oportunidad.