RUTA A “¿TÚ EN UN ESPINO?”

A las diez de la mañana, el grupo se reunió en el punto de encuentro habitual, la sede maKinas. La atmósfera estaba cargada de emoción y alegría. Las motos situadas en perfecta formación brillaban bajo el sol matutino. Cada uno de los participantes, desde los más veteranos hasta los más noveles, estaba ansioso por emprender el viaje.

Aitor lidera el grupo y partimos: Amorebieta, Durango, Elorrio, Pto de Elgeta. La temperatura era agradable y la carretera estaba seca, condiciones perfectas para disfrutar del viaje.

Pto de Kanpazar, Arrasate, Oñati, A medida que avanzaban por las serpenteantes carreteras vascas, el paisaje se transformaba. Los verdes valles y las colinas ondulantes ofrecían un espectáculo visual que hacía que el viaje fuera aún más placentero.

El grupo llegó al santuario de Arantzazu. Según la leyenda, a un pastor llamado Rodrigo de Balzategi se le apareció la Virgen sobre un espino y éste, asombrado, le preguntó: "Arantzan zu?" (¿Tú en un espino?).

El Santuario se encuentra en un impresionante paisaje de macizos rocosos, profundos barrancos y desfiladeros que se abren y acercan los límites de Araba, Nafarroa y Gipuzkoa.

Pero, sobre todo, El Santuario de Arantzazu destaca porque es testimonio único de la labor ejercida por un plantel de artistas que avanzó lo que sería la vanguardia artística, rompiendo con los moldes arquitectónicos de la época. Jorge Oteiza, es autor de las esculturas de los 14 apóstoles de la fachada. Las puertas de hierro son de Eduardo Chillida y las pinturas de Nestor Basterretxea y Lucio Muñoz.

llegó el momento de regresar. Aunque la tentación de quedarse más tiempo era grande, todos sabían que la vuelta a casa también formaba parte del viaje:

Oñati, Arrasate, Aramaio. El regreso fue tranquilo, con el grupo manteniendo la formación y disfrutando de los últimos momentos del viaje. Pto de Kruzeta.

Legutio, Otxandio La carretera, que a la ida había sido una promesa de aventura, ahora era un recordatorio de las experiencias vividas.

Tomamos la penúltima en Dima, por Lemoa, Usansolo regresamos a casa.