Decidimos que podíamos ir a Segovia para preparar la quedada
makinas que hemos organizado para Junio, pero antes, teníamos que pasar por
Cuenca, para contemplar las casas colgadas y todo su paraje.
Así que para allá fuimos, parando eso si, en la ventano del
diablo, paraje obligado a visitar por sus vistas…
En cero-coma llegamos al centro, donde sin problemas
llegamos a las casas colgadas. Nos sorprendió la cantidad de gorrillas que
había en la zona, y no fuimos menos y pagamos el impuesto revolucionario “por
si acaso a alguien se le caía algo en las motos”.
Sin tiempo que perder, teníamos que tomar un aperitivo y
dirigirnos hacia Segovia, puesto que había un largo trecho que recorrer.
De Cuenca llegamos a Sacedón, dejándolo a la derecha según
íbamos hacia Cifuentes para repostar y comer (fuimos atendidos estupendamente
por Tini, gracias!). El recorrido de Sacedón a Cifuentes fue de lo mejor de la
jornada, ya que íbamos circulando al lado del embalse de Entrepeñas,
disfrutando de la carretera como enanos.
Después de comer nos dirigimos hacia Sigüenza, donde vimos
una joya de Harley restaurada, que nos hizo llenar el casco de babas…
Sin perder tiempo repostamos (otra veeeeeeeeez), en Atienza,
y de ahí llegamos a Ayllón, donde decidimos que como era pronto podíamos llegar
a Tabanera de Luenga. Reservamos el hotel y para allá nos dirigimos. El
recorrido no tuvo más historia que otros dos repostajes más… El tapón de
gasolina de la moto de Jon se ha quedado sin rosca de tanto quitar y poner…
Antes del hotel, Davizón, amigo de mediomakina, tuvo la
gentileza de invitarnos a una cerveza y darnos un abrazo (que casi nos ahogó,
que grande es el cabrón). Mediomakina no se puede quejar de las amistades que
tiene por esas tierras segovianas…
En el hotel, ya duchados y relajados, cenamos un platito de
jamón y queso, acompañado de unas mahous… A mediomakina se le ve contento de
estar por estas tierras… pq será?
Post: Iban.