11 septiembre, 2014

Makinas en Pirineos. Agosto de 2014. Ultimas etapas.


Tercera etapa, 19 de Agosto de 2014, Sallen de Gallego-Otsagabia

Un comedor pequeño y en dos mesas separadas,esperaba a que poco a poco los madrugadores y todavía húmedos viajeros se dispusieran a desayunar. Sin mucha
demora partieron rumbo a Canfranc a través de Biescas,Sabiñañigo y Jaca. Al llegar a la histórica estación internacional de ferrocarril que unía España y el país Galo, testigo de no pocos avatares entre la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, actualmente
cerrada. El 27 de marzo de 1970 cuando un tren de mercancías descarriló del lado francés provocando el derrumbe del puente de L'Estanguet y la consiguiente interrupción del servicio entre ambos países. Una foto para el recuerdo, el grupo poso ante el interminable edificio, un espontáneo fotógrafo hizo las labores de repórter, estaban todos.


Un café rápido mientras de avituallan para la jornada,se dirigieron con un día soleado hacia Candanchu que dejaron a un lado, continuando hacia Somport, paso fronterizo donde en la misma barrera que separó un día estos dos países vecinos, realizaron una fotografía recordando su paso por el lugar.
Descendieron por territorio francés, Aramits, pueblo natal del célebre mosquetero, escucho el paso de las motos por sus calles. Rumbo a la piedra de San Martín. (Cada 13 de julio se renueva este tributo milenario, el más antiguo de Europa. La piedra de San Martín, en un sugestivo enclave natural, entre los pirenaicos valles de Roncal y Baretous (Francia), sirve de lugar de encuentro a las gentes de ambos lados de la frontera. En 1375, una sentencia arbitral impuso a los bearneses el pago perpetuo de tres vacas por el aprovechamiento de los pastos roncaleses).
Dejaron atrás la ancestral Piedra de San Martín, descendieron el puerto de Belagua con un espléndido
dia, hacia el valle de Roncal les aguardaba un espectáculo sin duda colosal, unas magníficas vistas con todas las tonalidades verdes imaginables, en una profundidad infinita descansaban diminutas casas que se adivinaban a lo lejos.


Con un cielo azul que iluminaba la serpenteante carretera en excelentes condiciones, que les conduciría a el refugio y camping Zuriza en territorio aragonés, donde finalmente almorzarían un buen menú, al tiempo que para aquellos campistas sorprendidos por la visita de los ocho Makinas, que rompieron la monotonía de las apacibles tardes pirenaicas con su presencia.
Antes de la llegada al destino de la jornada les quedaba el paso por Hecho, localidad Aragonesa donde sus característicos tejados y chimeneas lo distinguen del resto de construcciones cercanas, un placido paseo por sus calles, con ese caminar pausado, deteniéndose en pequeños rincones entre calles, admirando cada detalle en nuestra fugaz visita.


Pirineos 17-21 de Agosto de 2014


Finalmente Otsagabia, en el centro de la Villa, con calles empedradas que dificultaban el acceso para las motos, llegaron a las puertas de un recién remodelado hotel rural que les sorprendió por su modernidad interior, con amplias habitaciones y actualizados servicios, después de un día tan intenso, nada mejor que un buen colchón para afrontar el día siguiente con total energía.


Las cupélas de una sidrería cercana, dio buena cuenta del trasiego vaso en mano para escanciar la rica sidra, cena rica, como no, aunque la tortilla de bacalao al parecer no es su especialidad, escasa además de demasiado hacha. Lo importante es que alrededor de aquella mesa de gruesos tablones, se reunían nuevamente un puñado de amigos, con buen humor y felices de compartir ese momento.Un precioso golden retriever nos despidió a la salida.
Cuarta etapa, 20 de Agosto de 2014,
 Otsagabia-Elizondo


Amaneció el día brumoso, quizás demasiado temprano para el sol, como todos los días, el desayuno sé no se hacía esperar, alrededor de una mesa fueron llegando cada uno de los ocho Makinas dispuestos a tomar fuerzas. Con todo preparado y ya en la plaza, dispusieron las motos en formación para sacar una instantánea con el hote Auñamendi como fondo.
Partieron hacia la localidad francesa de Larrau, a través del paso fronterizo y puerto del mismo nombre. Rumbo a Sainte-Engrace enclavado en el valle del río Uhailtza, un curioso cementerio pegado a la iglesia románica del siglo XI, te sorprende, curiosas y pesadas lapidas de brillante y pulido granito gris, donde rezan nombres y grabados de todo tipo haciendo memoria de los que allí reposan. Sólo la anchura de una estrecha carretera lo separa de un pequeño bar, una señora mayor les atendió con desparpajo y torpe español, quizás temerosa de su marcha, se apresuró a cobrar las consumiciones, al parecer, cansada de ver a los que llegan allí y poco consumen, pues nada necesitan ya.


Visita interesante y no con poco esfuerzo, normalmente se ponen las señalizaciones para aquellos que no las necesitan.
Recorriendo numerosos pueblos y pequeñas aldeas llegaron a Mauleon-Licharre, donde un pequeño castillo medieval, encumbra una localidad que se postra a sus pies. Por sus estrechas y empedradas calles ascendieron no sin temor, el mal estado y difícil acceso podría propiciar algún incidente,
afortunadamente, todos llegaron sin problemas a la pequeña explanada que servía de aparcamiento. El comentario estaba servido, bromas al director de la ruta, Alejandro, al cual se le preguntó ...y ...¿ahora por donde se baja?, pues sí dificultosa se presentó la subida, no menos la bajada.
Una vuelta por los gruesos muros de la fortaleza y una foto en su entrada fue el preámbulo para la nueva partida.
Continuaron el recorrido a través de Saint Jean Pied de Port, (Donibane Garazi). Estaba abarrotado de gente, apenas pudieron aparcar las motos, un parking repleto y ambiente festivo a pesar de ser miércoles. Cuatro barras de rico pan y unas bebidas acompañarían a unas modestas sardinillas que
nunca les sabrán tan buenas, había apetito y en menos que canta un gallo, dieron cuenta se sendos bocadillos, un poco de jamón y queso dejaron paso a la estrella de la ruta, el melón.
Quizás la ciudad
merecía una visita más tranquila, en otra ocasión. Un breve paseo por las atestadas calles llenas de tiendas, un café en una reducida terraza fue el colofón de tan merecido banquete.
Atravesaron nuevamente la muga hacia Roncesvalles, punto de partida del Camino de Santiago. Parada obligada, numerosos visitantes y peregrinos comenzarían su particular
aventura
 


Rumbo hacia Elizondo, cruzaron Zubiri, y bordeando el embalse de Eugi a través de la NA 1740, se adentraron en una de los mejores tramos de carretera que hasta ahora habían recorrido. Ya bien adentrada la tarde, entre gruesos árboles, donde sus ramas impedían que se adentrara la poca luz que quedaba del día, iniciaban una larga y leve subida, en la que a cada kilómetro recorrido era más bello.
Incrédulos de satisfacción comenzaron el descenso donde la noche comenzó a hacer acto de presencia, aún así, el recorrido era fantástico. Nada más llegar, no se hicieron esperar los comentarios, estaban alucinados, ....-esto tenemos que repetirlo algún día, dijeron unánimemente.
Poco quedaba ya par llegar a Elizondo, capital del Valle del Baztan. Llegaron al hotel, y tras dejar los enseres personales en las habitaciones, todos se dirigieron al bar-frontón-restaurante, que al pie del puente que une ambas orillas del río Bidasoa o Baztan, esperaba para cenar. Dos parejas competían en este trinquete, espectacular e interesante juego de pelota que ha tenido diversas variaciones a lo largo
de su historia. Probablemente jugándose un par de tragos después del partido, los cuatro trinquetalaris se empleaban a fondo porque ganar el punto. La cena les esperaba, una variedad de contundentes platos combinados precedieron a un rico tomate bien aliñado, algo de postre, café y orujito de hierbas para ayudar a bajar todo aquello al estómago. Fue
una noche especial, quizás por ser la última, el caso es que por momentos se les saltaba las lágrimas de la risa,...el sentido del humor, la acumulación de anécdotas de días anteriores propiciaron continuas carcajadas.
La templada noche acompaño el corto trayecto hacia el hotel, se fueron acomodando en habitaciones
con una distribución atípica, suficiente para descansar, cualquier postura diferente a la que adoptaban en la moto se agradecía.


Quinta etapa, 21 de Agosto de 2014. Elizondo- a casa.
Despertaron en Elizondo, en pleno valle de Baztan, después del desayuno, un paseo por la ciudad, se nota el señorío y la capacidad económica de antaño. Enormes caserones sólidamente cimentados a lo largo del río, son testigos de tiempos pasados, donde las cosas se hacían de otra manera, donde el tiempo tenía el valor del que tenía mucho. Nobles materiales los empleados en su construcción, ornamentos y tallas en las fachadas firmaban cada uno de los escudos que presidían sus fachadas.
Los golosos no pudieron evitar la tentación de adquirir el afamado chocolate que allí se elabora, y con los paladares con sabor a cacao, se dirigieron hacia las motos, pues las cuevas de Zugarramurdi aguardaban.




De camino hacia Dantxarinea, había que superar un alto con numerosas curvas y asfalto en no muy buen estado, descendiendo hacia la ciudad fronteriza, un intrépido ciclista con grandes dosis de inconsciencia, les adelantaba en su bicicleta arriesgando algo más que un posible rasguño, a todos nos llamo la atención los riesgos que tomaba para que al fin y al cabo coincidir en la primera rotonda. Aparcamos en Zugarramurdi, nos adentramos en la cinematográfica y caprichosa obra de la naturaleza, donde al parecer, se celebraban los akelarres las....(Brujas de Zugarramurdi es el nombre con el que se conoce el caso más famoso de la historia de la brujería vasca y posiblemente de la brujería en España.
El foco de brujería se encontró en la localidad del Pirineo navarro de Zugarramurdi y el proceso fue llevado por el tribunal de la Inquisición española de Logroño. En el auto de fe celebrado en esa ciudad los días 7 y 8 de noviembre de 1610 dieciocho personas fueron reconciliadas porque confesaron sus culpas y apelaron a la misericordia del tribunal,pero las seis que se resistieron fueron quemadas vivas y cinco en efigie porque ya habían muerto.)
En esta última visita, no contamos con la compañía de Pablo, que no se sí eso de las brujas no le gustaba mucho, o era cierto que tenía que preparar el viaje que acometería al día siguiente, ...jajaja, supongo que esto último era lo acertado.
En principio, la ruta del día se alargaba con la visita a Sare, localidad francesa, pero decidieron darlas por finalizadas.
Se dirigieron hacia Pamplona y por la autoría a Vitoria. Por Barazar, pararon en Zeanuri un último café
antes de las despedidas. Con pena y a la vez con la satisfacción de haber pasado unos días espectaculares y entrañables se fue desvaneciendo el puñado de Makinas a medida que iban llegando a sus casas.
He conocido lugares donde nunca antes había estado, visto paisajes difíciles de imaginar, tengo en mi retina imágenes que nunca olvidare, y no puedo evitar reconocer que he sido feliz durante estos cinco días.


Me ha permitido conocernos un poco más, ....
A Jon Koldo, Juanan, Pablo, Robert, Iñaki Artetxe, Willy, Alejandro.....gracias.
Pudo ser un sueño... no? Agradecimiento especial a nuestro compañero Alejandro, que con un concienzudo trabajo nos ha  guiado magistralmente por carreteras y caminos que sólo él sabe.


El rookie, Makina 71

Texto: Alonso

Fotos: Artetxe y Willy

No hay ningún problema en que cojáis las fotos que os gusten, siempre que las utilicéis para fines no comerciales. Solo pedimos que no las manipuléis.